Las Trece /Rosas
Ellas se llamaban Ana López Gallego, Victoria Muñoz García, Martina Barroso García, Virtudes González García, Luisa Rodríguez de la Fuente, Elena Gil Olaya, Dionisia Manzanero Sala, Joaquina López Laffite, Carmen Barrero Aguado, Pilar Bueno Ibáñez, Blanca Brisac Vázquez, Adelina García Casillas y Julia Conesa Conesa
Las Trece Rosas es el nombre colectivo que se le dio a un grupo de mujeres jóvenes, ejecutadas por el franquismo el 5 de agosto de 1939 en Madrid. Sus edades estaban comprendidas entre los 18 y los 29 años.
En la sentencia del 3 de agosto se les acusa de reorganizar los elementos del JSU y del PC para cometer actos delictivos contra “el orden social y jurídico de la nueva España”
Carmen Castro la directora de la prisión de Ventas cursó a Franco la petición de indulto después de la ejecución de las Trece Rosas.
Julia Conesa nos legó antes de morir, su pacto contra el silencio y el olvido: “Que mi nombre no se borre de la historia.”
El mundo del Arte, de la Cultura y de la Política
envía telegramas recordando a las Trece Rosas
No debemos olvidar los nombres que pidieron ser recordados, como el de Julia Conesa, ni el mensaje de Blanca Brisac a su hijo Enrique, rogándole que no guardara rencor. Porque de recuerdos y perdón construiremos el camino de una historia sin heridas con la esperanza de que las Trece Rosas sean, para siempre, más rosas que espinas y más lección que castigo. Fernando García Vicente. El Justicia de Aragón
Creían en la libertad, en un país nuevo, en la cultura. Casi no tuvieron tiempo de amar ni de sembrar el mundo de rebeldías. Antes de que la luz de la emoción les llenase el corazón y las sienes, fueron condenadas a la infamia, al horror, al torbellino del odio. Aún se oyen su lamento y su coraje. Habían decidido transformar este país de todos los demonios en un jardín hechizado. Fueron trece, catorce, infinitas mujeres: a veces, como una confidencia de las estrellas, podéis escucharlas. Cantan y cuentan sus quimeras en el pozo del sueño. Y murmuran palabras con melodía del más allá. Los rosales tiemblan y esparcen su memoria hasta el fin de la noche. Antón Castro, periodista
Cada cinco de agosto, Luisa corta con tijeras de viento un traje a la medida de la Historia, Joaquina escribe con su máquina, sobre papel violeta, un poema de lucha y esperanza, Blanca hace sonar las teclas amarillas de su piano, Elena, Victoria y Adelina enhebran de hilo rojo las agujas con que Virtudes, Ana, Dionisia, Martina, Carmen, Pilar y Julia cosen un adverbio de tiempo: SIEMPRE lloverán pétalos de rosa sobre nuestra memoria. Helena Santolaya, Artista visual
«Que los nombres no se borren de la historia, que nuestra memoria restituya el nombre de quienes forman la genealogía de la historia reciente de este país. Para las Trece rosas, mujeres jóvenes y valientes, al igual que los miles de aragonesas y aragoneses, las miles de gentes de este país a quienes se les arrebató la vida por defender la democracia y la libertad, mi admiración, reconocimiento y el compromiso político para seguir trabajando por una sociedad más humana e igualitaria». Pablo Echenique, Secretario General de Podemos en Aragón
Pintan de rojo de sangre la blancura, acribillada. Cae la voz de la Rosa, destrozada. Silencio, la negrura se instala. Maribel Loren, Artista Visual
«No hay lugar para la nostalgia. Nuestras antepasadas no son un mero recuerdo, sino presencia viva. Están ante nosotr@s, con y para nosotr@s, respiran el mismo aire más allá del tiempo y del espacio. Comprendemos que estas mujeres poseen una experiencia común, una vivencia que se extiende hasta nuestros días y que se remonta a los tiempos inmemoriables del matriarcado. Y es que la época que más se aleja del pasado es construida por aquellos y aquellas que tienen antepasados». Pilar Viviente, Universidad Miguel Hernandez
Solo unas horas para poner memoria a lo que supuso meses de infierno. Trece nombres que yacen en una estela conmemorativa colocada cuando el recuerdo no era delito. Trece Rosas que suponen un canto a la libertad. Trece idealistas que forjaron la lucha en la creencia en un mundo más justo. Un acto, unas horas para iluminar la memoria colectiva con los valores que vosotras preludiasteis y que hoy nos alimentan. Toda la vida para conservar la lucha de trece jóvenes que creían que un mundo mejor era posible. Nuestro recuerdo es para vosotras. Gabriela Sierra, Historiadora
El camino de las libertades y de la igualdad es hoy el que ellas querían abrir para los otros. No era ingenuidad el deseo de que sus nombres no se borraran de la historia: era el testigo que transmitía su compromiso con la vida, con la nuestra, cuando ya sabían perdida la suya. Sus nombres no se han borrado de la historia porque estaban ya entonces en nuestro presente. Julia Dorado, artista visual
Brotasteis de la sangre, de la maldad. De la injusticia. Y así como las olas del mar, condenadas para siempre a estrellarse contra la orilla, resurgen una y otra vez, así estáis presentes. Las trece rosas, la flor más hermosa, como los rosales antiguos, cada vez más fuertes y robustos. Para siempre. Silvia Castell, artista visual
Triste es el castigo del olvido, de la Fuente de la libertad nacen las caminantes de sueños.Late al amanecer el hastío de la vergüenza. Espartaco Valero, Ingeniero
Jóvenes, adolescentes, con conciencia de clase, de género y de lucha. Hicieron oír sus poderosas voces, fuerte se escucharon,hubo que silenciarlas.
Arrebatadas en sus tiernas vidas, el tirano se escudó en sus muertes. En su lugar de reposo, todavía se escucha «que mi nombre no se borre en la historia». Liliana Cervo, psicóloga. Argentina
Desde la juventud de las palabras, trece rosas brotan cada primavera en un jardín universal. El jardín de la libertad, un jardín de treces rosas, blancas rosas, que con la azada de la dictadura franquista fueron ajadas. Pero ellas, vivirán siempre en la eterna memoria. Trece heroínas, trece rosas, ya libres, con alas de libertad. Asociación literaria Rey Fernando el Católico
El maltrato a la mujer es un oprobio para el hombre. Cada muerte violenta de mujer es un atentado a la vida. No son hombres quienes maltratan a la mujer, son torturadores. La violencia machista condena la masculinidad. El hombre que asesina a una mujer mata a su madre. Quien mata a su mujer abomina de sus hijos. No seas indigno negando la dignidad de la mujer. Matar a una mujer es partir en dos la humanidad. La violencia de género mata el género. Maltratar a la mujer es violarla. La violencia machista es terrorismo de género. Cada violencia de género me avergüenza como hombre. ad infinitum. Juan Domínguez Lasierra, Escritor
Trece Rosas es la misma canallada entre tantas cometidas durante la Guerra Civil por ambas zonas enfrentadas: auténticos descerebrados con su única verdad ideológica. Es la época, antes de la Guerra Civil, con el típico español pasional desbordado de sí mismo. Nos queda el hipotético consuelo de los fascistas italianos, de los comunistas con sus dictaduras en dispares países y de los nazis. Manuel Pérez-Lizano Forns. Crítico de Arte
Ayer, 28 de diciembre de 2025 le estaba ayudando a mi nieto con los deberes y me emocioné al llegar a la página 54. Allí estaban ellas, las trece rosas, su historia, su generosidad, su valentía. ¿Sólo ha sido un sueño? Pilar Pastor. Responsable de Cultura Ayto Zaragoza
“Urge desarrollar el Plan de Prevención de la Violencia”. María Trinidad Ibarz
Fueron el sacrificio cruento de la ignorancia porque….Ellas tenían el perfume que germina,el sueño de la cultura, el deseo de crecer. Se atrevieron a sentir. A pensa. A Ser. ¡Y fueron el sacrificio cruento de la ignorancia! María Jesús Bruna, Artista visual
Nunca se llegará a dominar el pánico inculcado, fue largo el sufrimiento. Mas diosas propias serán para siempre sus figuras. Sueños, aspiraciones y almas esenciadas, carne que palpita. Las llamaron las trece rosas, no se borrarán sus nombres en la historia.Berta Lomba, artista visual
¿Cómo pudo caer la muerte en el lugar donde nacía el sol? /STOP/ Cementerio del Este /STOP/ Madrid /STOP/ ¿Cómo pudieron pensar los asesinos que detendrían así el carro de Febo? /STOP/ El sol sigue naciendo cada día. Revista Cultural Crisis
El historiador inglés Eric Hobsbawm apuntaba que “los gobiernos han aprendido a ejercer la violencia sin límites a lo largo del siglo XX”. La infausta historia de las trece jóvenes fusiladas en Madrid el 5 de agosto de 1939 constata irreparablemente la aseveración. Al mismo tiempo, el anhelo de libertad, el coraje, la nobleza de corazón y la serenidad ante la muerte de esas mujeres españolas expresan la fuerza imbatible del espíritu humano que habitaba en ellas. Trece Rosas hispanas y universales que iluminan el sendero del espíritu y la libertad humana. Gustavo Tzu, escritor
Ese rumor de mareas que guardan los recuerdos sobrecogen estos tallos tiernos de incógnitas truncadas por la ausencia,trece rosas sin espinas que aún hoy nos sobrevuelan a lomos de mariposas invisibles en una eterna primavera. Eugenio Mateo Otto, Galerista
Trece heridas vengo: las del anhelo, las de la lucha, las del silencio. Por las Trece Rosas alcemos unas, aquella que desveló Lorca, la rosa hermética de la encrucijada donde debes alzar tu canto vertical, y firme. Luz Rodríguez, Escritora
Vuestros nombres escritos están en la Historia /STOP/Mientras la vida amaba la juventud fue asesinada/STOP/Abandonó la inocencia nuestras vidas /STOP/¿Podrá la Historia borrar los vergonzosos nombres de sus asesinos? Erial Ediciones
Cruzaron la vida sin vivirla, desnudas, sin escuchar los mandamientos que siembran arrebatos. Aprendieron de las nubes milenarias, de sus formas pasajeras que lloran lluvia y fluyen sin permanecer. Agotemos su mirada en aguas, vientos y verdores, sin cerrar los amaneceres de dulces de luna en los que habitaron. ¡Qué dancen sus envolturas anunciando justicias y aromas de deseos, haciéndonos sentir el calor de sus manos y el lustre de su piel. Pilar Catalán, Artista visual
Tarda el olvido pertinaz. El cristal del terror lacera vigilia y sueño. Mujer, hay vida, fugaz y generosa, después de la batalla. Enma Sopeña. Profesora, Universidad de Valencia
«Queríais que la Historia no os olvidara. A mí, de niña, nunca me hablaron de las Trece Rosas y tuve que esperar a hacerme (bastante) mayor para enterarme de vuestro brutal asesinato. Tarde pude formar parte de la red que comenzara dolorosamente a formarse aquel 5 de agosto del 39, pero cada vez somos más para no olvidar. Para contar que queríais ser libres. Que la represión franquista os fusiló por venganza. Sin Justicia. Tan jóvenes a mis ojos adultos. Crimen imperdonable.» Nieves Ibeas Vuelta Universidad de Zaragoza
No olvidemos que trece mujeres rebeldes, valientes y sabias fueron ejecutadas por la ginecofobia y el sexismo de los defensores de la dictadura franquista. Y su sangre vertida sería en vano, si el dominio del terror sigue perviviendo en los machistas actuales que no quieren que las mujeres disfruten de su libertad ganada. Francisca Martín Cano – Abreu, Escritora
Sin vivir contra el tiempo, sin custodiar las rosas en estuches, tenemos el coraje de abrazar el instante donado por la vida. No escuchamos doctrinas, ni triunfa la mansedumbre sobre el impulso intrépido; nos bebemos la vida a trago limpio venciendo el conformismo que doblega. Vivimos de una pieza, sin fisuras, sin sueños de armisticios en la tarde metálica. Dejamos nuestras huellas de cristal cautivamente libres. Nos usurpa la amnesia el derecho al regalo traidor de la memoria. Perdura la ficción, la única verdad.La muerte es benigna. El olvido, canalla. Enma Sopeña Universidad de Valencia
Truncar la existencia de una mujer joven conlleva aniquilar a quienes en su vientre podrían anidar; malversar la esperanza en nuevas vidas. Encarnación Ferré, Escritora
Son Trece Mujeres como tantas otras, Son mujeres que lucharon y creyeron y murieron por creer. Su juventud no tuvo tiempo para más y tampoco para menos. Todo lo que dejaron fue una petición desesperada: “Que mi nombre no se borre de la historia”. Ahí hemos visto escrito los trece nombres, Difícil será mantenerlos sin que el tiempo los borre. Y aun más difícil es escribir otros nombres abandonados en las cunetas y en las tapias de los cementerios. Dibujemos los rasgos de esas letras para inscribirlos en el régimen de la historia. Fernando Morlanes, Director Revista Cultural Crisis
Escribir trece rosas de memoria. Memoriar rositreces silenciadas. Rosear, trecear escribirrosas. Escrivivir trecésimo, rosífero. Plantar trece por mil rosimillones. Mariano Anós, Actor
Por venganza del franquismo, a las Trece Rosas se os privó de la posibilidad de participar en la construcción de una sociedad justa y no discriminatoria. Muchos años después de vuestro brutal asesinato en 1939, al inicio de una de las dictaduras más cruentas y largas que se hayan vivido, aquí nos tenéis, avivando vuestra memoria para una cultura de la paz. Como asociación comprometida con los derechos de las mujeres, no os olvidamos.» Clásicas y Modernas. Asociación para la igualdad de género en la cultura. Laura Freixas, Presidenta Clásicas y Modernas
En la conciencia del ser humano todavia tiene que brotar el amor por la libertad. Por las tantas y tantas Rosas que todos los dias mueren todavia hoy. Columna Villarroya, Fotografa
La barbarie represiva del régimen franquista, tras finalizar la última guerra medieval española, terminó con los sueños de estas mujeres jóvenes al truncar sus vidas, y las de tantos otros. Sus delitos fueron: amar la libertad, creer en la igualdad, ser trabajadoras comprometidas con la República, o simplemente ser atrapadas por complicados azares de la vida de estas catorce rosas: Adelina, Ana, Blanca, Carmen, Dionisia, Elena, Joaquina, Julia, Luisa, Martina, Pilar, Victoria, Virtudes , y la más olvidada, Antonia. Paco Rallo. artista visual
De pétalos, partituras y cartas
Tu historia ya la conozco, Blanca. Tu historia es la de mi familia, tus partituras, los artículos de mi abuelo, tu hijo es mi padre, tu carta, su cromo; la misma injusticia, la misma sinrazón. El mismo desenlace: Una persona joven fusilada, un huérfano y una carta que llega demasiado tarde. Una vida truncada y otra refractada. Enormes cambios en pequeñas historias por una Historia alterada derramando sangre. Derramando pétalos. Dedicado a Blanca Brisac Vázquez, una de las trece rosas, y a mi abuelo Manuel Marín Sancho, que la noche antes de fusilarlo le mandó un cromo de una chocolatina a mi padre, que le llegó 40 años después. Cristina Marín Chaves petróloga, especialista en restauración
Maldigo a los salvadores de patrias. Maldigo a todos los que imponen su fuerza por la fuerza de las armas. ¡Malditos, hijos del infierno! Pepa Clavería, ciudadana
“Yo estaba asomada a la ventana de la celda y las vi salir. Pasaban repartidores de leche con sus carros y la Guardia Civil los apartaba. Las presas iban de dos en dos y tres guardias escoltaban a cada pareja, parecían tranquilas”
Esta escena sucedía el 5 de agosto de 1939, esta escena es la que presenció y posteriormente contó Mª Pilar Parra. Trece de sus compañeras daban sus últimos pasos ante sus ojos.
Ahora las recordamos, ahora compartimos esa mirada, volvemos atrás para recuperar aquellas vidas.
Ante la iluminación artificial de nuestra pasada historia, miramos con impotencia, y frustración como caminan aquellas mujeres y adolescentes hacia el paredón de fusilamiento. No las olvidamos. Rosa Gimeno, artista visual
Fernando Bayo, Arquitecto
Cae una rosa, caen dos, caen tres, caen hasta trece a pie de tapia de la Almudena. Es madrugada y sus fusiles gritan «que vivan las cadenas». Cortaron aquellas rosas, sí, y tantas otras… pero no pudieron terminar con nuestra eterna primavera. Libreria Pantera Rosa
En memoria de Las trece Rosas…, perdón, de las catorce, ¿o fueron catorce mil?, seguramente serían más de ciento cuarenta mil las rosas arrancadas de raíz por el fascismo… Rosas rojas…, perdón, rosas rojas y rosas negras, y rosas rojinegras…“El pueblo de Madrid os quiere, ese pueblo que abomina, de salvadores de patrias, de rojos y de fascistas. Julián Fernández del Pozo – Enero 2004. Enviado por Miguel Ángel Gil
Fueron treces rosas recién nacidas, entre rosales de ideologías nuevas, y llenas de libertad de expresión. La libertad de sus pétalos adolescentes embriagaban sus pistilos de juventud. Envidia de los cobardes, y delatores. Trece rosas encarceladas sin razón. Sus trece tallos esbeltos entrelazados en un pregón de suplica clemencia. Delito cantar libertad, cantar justicia. Inocentes sirenas ahogadas en la opresión del ogro gigante de la dictadura. Trece rosas malogradas, tronchadas en la trampa de la guerra civil española. Trece mariposas blancas vuelan hoy mientras escribo este poema, verso a verso. Son trece sueños que emergen del recuerdo imborrable, y con sus alas dibujan en colores… Somos las trece rosas, y volamos en libertad. Amparo Sanz Abenia, Escritora